domingo, 10 de abril de 2016

En defensa de los caminos que unen pueblos


El Cordel de los Manchegos es una vía pecuaria que unía, por la vega del Jarama, los municipios de Titulcia con San Martín de la Vega y con Ciempozuelos. Durante cientos de años ha sido utilizado para trasladar el ganado e, igualmente, para unir a las gentes de estas poblaciones. Los tiempos modernos trajeron consigo nuevas formas de movilidad y coches y carreteras sustituyeron a vehículos de tración animal y a caminos públicos. A partir de este momento, éstos entraron en desuso y muchos de ellos fueron ocupados por todo el que pasaba por allí. A pesar de ser bienes inalienables, inembargables e imprescriptibles, de titularidad pública, miles de kilómetros de estas vías se han perdido en los últimos años en manos de delincuentes, en toda la Región.

El caso del Cordel de los Manchegos no iba a ser menos. En poco tiempo, la Gravera del Jarama, situada en la finca de la laguna de las Arriadas, en Ciempozuelos, sustrajo un buen cacho de esta vía pública. A pesar del flagrante delito, la Administración regional, en lugar de hacerles restituir el daño y abrir al público el trazado original, ha propuesto un trazado alternativo por una vía intransitable que discurre por el borde de la finca, entre caces de riego y junto a una carretera. En la práctica, para ir de Ciempozuelos o San Martín de la Vega a Titulcia, en bicicleta o andando, es imposible hacerlo si no se hace por carretera.
Gravera del Jarama. No solo ocupan el Cordel de los Manchegos sino también zonas donde no se permite la actividad minera.

Algo similar ha ocurrido con algunos agricultores, que conociendo la pasividad administrativa, han decidido ampliar su zona de cultivo usando el cordel. Para quien quiera recorrer la vía pecuaria por su trazado original, el resultado no es más que una especie de carrera de obstáculos, atravesando caces de riego, sembrados, vallados... Hasta las narices de esta situación, decenas de vecinos de los tres municipios han realizado varias marchas que, por segundo año, han confluido en la Huerta La Madre Vieja.
Cacera y cultivo en el trazado del Cordel de los Manchegos

Desde San Martín de la Vega ha salido lo más granado del movimiento ecologista local, aunque con ausencias lloradas de la casta como el Truchas y la Bicha. Durante el recorrido hemos sido ilustrados por el Abejorro de Gózquez de las singularidades de la enfermedad de la grafiosis en los olmos autóctonos. Un hongo foráneo, introducido en el árbol por un escarabajo barrenador, le produce al árbol un colapso en sus entrañas que, en pocos años, termina con él.

Junto a la depuradora de San Martín de la Vega, el Doctor Tajuñas ha disertado sobre la necesidad de adecuar la protección del territorio hacia las zonas de cuestas y yesos, ricas en endemismos botánicos, pero olvidadas en la gestión del Parque Regional. El Andarríos, metiendo baza, nos recordaba que, en coherencia con los objetivos del Parque, la agricultura de la zona debería adecuarse hacia modelos más sostenibles en el empleo de agua y fitosanitarios. La Jefa Ecologista no ha dicho nada, quizás porque estuviera pensando en su peluquero.
Junto a la depuradora
Un poco más allá y también más acá, hemos podido ver manchas amarillas entre las hierbas de los bordes de los cultivos, los bordes del camino e incluso en el interior de los canales de riego. Numerosos desaprensivos e inconscientes han fumigado con herbicida sin importarles los efectos que pudiera tener esto sobre el agua o sobre lo que están cultivando.

Canal de riego fumigado

Para llegar a la Huerta Vieja no había más que saltar una cacera, atravesar un cultivo, subir un terraplén... Menos mal que entre los que allí nos congregamos no había gentes débiles de espíritu ni sensibleros. Solo había gente decidida y con voluntad inquebrantable. En un plis estábamos en el lugar de encuentro con las otras marchas, abrazándonos y dando vítores por vernos los getuños. Comiendo un bocadillo de caballa (por haber saltado la valla), escuchamos a la representante de la plataforma Somos Vegas diciendo unas cuantas verdades sobre la situación del Cordel. Si esto no cambia, en no mucho tiempo, nos daremos cita de nuevo allí. (A Bea se la vio rogar a sus dioses domésticos para que esto no ocurra).

Sembrado ocupando el Cordel de los Manchegos


Ya solo quedaba volver. Decididos nos fuimos todos a Los Leones. Un grupo de chinos nos preguntaron por un señor flaco, enjuto, barbudo y bien hablado que en otras ocasiones parece ser que ha ido a ese bar. No supimos contestar.

Quien desee saber qué se habló y sucedió en el bar... que hubiera venido.
¡Trucha salvaGe, oeh, oeh, oeh!
En la Huerta Vieja, escuchando la lectura del comunicado

Darío (el de abajo) en su casa natal
 
La Jefa y el Abejorro

1 comentario:

  1. Pues sí, creo que La Jefa debería cambiar de peluquero. Con lo maja que es ella.

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